Algunos colegas son como los termómetros:
por su trato más o menos frío conoces el buen clima de tu independencia.
Algunos filólogos pueden llegar a las manos por la clasificación de un genitivo.
Explican con detalle la herramienta y no saben mostrar el edificio.
La calumnia se debe a una mala voluntad o a una inteligencia débil.
A veces nos engañamos atribuyéndola a la primera causa: puede ser la otra.
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