lunes, 31 de mayo de 2010

De vuelta en tren

Cuando volvía en tren de Gijón observé que un pasajero frente a mí me miraba. Yo sonreía y él sonreía. Descansaba también la cabeza en su mano y parecía risueño con el traqueteo, la caída de la tarde y los amables paisajes que cruzábamos. Pensé que tenía aspecto de ser muy querido por alguien. Cuando llegamos saludé y él me devolvió el saludo desde el cristal que reflejaba mi imagen.